iBoy 2017.

La película de superhéroes de Netflix, así la han llamado. Viendo sus resultados con personajes de Marvel, no resulta difícil mostrarse interesado por esta propuesta. Pero nada que ver, ignorancia la mía, es una película británica producida por unas productoras que no tienen relación alguna con los creadores de las series de Daredevil o Jessica Jones. La publicidad engaña un poco, aunque siempre podía darse el caso de que el experimento resultase interesante, ¿no?

vlcsnap-2017-02-01-21h30m13s15.png

Centrándonos en la peli en sí, es… un buen intento. El problema con el género de los superhéroes es que ya es viejo y se ha hecho de todo en él, así que si quieres hacer una historia de origen de un personaje nuevo… desde luego que te lo debes currar muchísimo para que destaque y aporte un aire de frescura al género, especialmente para evitar comparaciones.

¿Lo consiguen? Más o menos. Los poderes del protagonista son interesantes y el que la película enfoque su moral de una forma bastante ambigua, con unos «villanos» a pie de calle tan realistas, pues como que le da un plus. Se permite algo de crítica social, un buen uso de las habilidades del protagonista, el jugar con la «damisela en apuros» de una forma menos convencional de lo habitual… Desde luego que la película lo intenta. El problema es que se queda corta. El clímax se alarga y crea decepción con el dichoso deux machina de siempre y, la verdad, no te deja con ganas de más. Creo que el principal problema es que carece de chispa. Todo está correcto, sí, pero no te atrapa, no te mantiene en vilo, no te emociona… Es sosa. Le hacía falta más humor, o más mala hostia, o más violencia, o más… lo que sea, pero que ofreciese algo que sobresaliera por encima del resto. Se queda en un quiero y no puedo, algo que olvidas fácilmente semanas después.

Repito, no es una bazofia, se puede ver. Pero desde luego que no deja huella.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.